
Qué pasa cuando quieres ir al cine, e improvisas una cena utilizando de conejillo de indias a un amigo, pues lo que tiene que pasar.... llegas tarde, miras los títulos de las pelis y zas, te metes en la que puedes.
Que leí GRECO y pensé en esa maravillosa pantorrilla que me vuelve loca, no sabía de que iba, pero vamos… tampoco hay que ser muy listo para imaginar el argumento.
Te recorres el centro comercial, encuentras la sala, ¿adolescentes en la puerta y con palomitas….? No, se habían equivocado, ya decía yo…, tanto interés por la pintura.
Subes las escaleras mirando numeritos, que parecía que eso no se terminaba nunca, y justo en tu fila, un antiguo compañero de trabajo .
Mua , mua, ¿Qué tal el trabajo? ¿Qué es de tu vida?
Muy bien, estoy encantada, y bla bla bla.
De la peli no comento nada, que ya lo comente todo allí, y digo yo… ¿tanto cuesta informarse un poquito?, una pena, una pena. Y para colmo…me quede sin ver mi pantorrilla en pantalla grande.
Soy una pésima espectadora de pelis que no me gustan, los amigos ya no quieren que me siente con ellos pues doy codazos (esta vez solo dos), salto y pego patadas si me asusto, y en los caso como el de hoy, no paro de comentar los errores¸ a pesar de todo, adoro al Greco. y el cine. Es lo que pasa cuando esperabas algo así