No se me da bien comunicarme ni conmigo misma, no soy diestra en palabras, o quizás nunca encuentro las que quiero utilizar, no hablo, acaricio, es como si esperase que la otra persona al sentir el tacto y mirarme a los ojos pudiese leer o conocer mi pensamiento.
La pintura o escritura, me gustan cuando no dejan de ser tacto, la interacción entre la materia, el soporte y lo que percibes o quieres transmitir. Es como la música, que a veces es mejor cerrar los ojos para que traspase todos tus poros, pero no es tuya hasta que no ha conseguido salir de ti. lo más pornográfico de todo, la videocámara, esa sí que tiene comunicación directa con el ser, te muestra tal y como eres, te vuelves transparente, recuerdo la primera vez que grabe algo, me puse hasta colorada, lógico, cositas del caparazón.
Cuando siento es como algo mucho más interno, intimo y personal, a la vez que universal aunque sea una contradicción, diría que no reside o proviene del cerebro, a veces pienso que las emociones y sentimientos están a un nivel más profundo en el centro de nuestro ser, ese que no tiene barreras.
Una, que es de pueblo, es capaz de disfrutar con las cosas pequeñas, que digo pequeñas, minúsculas, es broma, me refería a la sencillez del día a día, de las charlas eternas por la noche, de la partidita de mus o de rummikub.
