jueves, 16 de septiembre de 2010

domingo, 12 de septiembre de 2010

Disfraces

Una, que es de pueblo, es capaz de disfrutar con las cosas pequeñas, que digo pequeñas, minúsculas, es broma, me refería a la sencillez del día a día, de las charlas eternas por la noche, de la partidita de mus o de rummikub.

A lo que iba, me estaba acordando de la preparación de los disfraces, de como todo el mundo se permitía el lujo de hacer un poco el tonto sin pensar en el que dirán. Se compartía y la espontaneidad caminaba de la mano de las carcajadas. Con lo poco que cuesta volver a ser un crío, a manifestarse con naturalidad, sin malicia, compañerismo y afectividad, no entiendo como lo dejamos para contadas ocasiones a lo largo del año, quizás sería interesante irse quitando el disfraz cotidiano, y dejar que se manifieste el ser sin perjuicios y generoso que llevamos dentro